Con esta breve reseña pretendemos en primer lugar manifestar nuestro apoyo a los mineros de toda España que se han embarcado en una lucha muy comprometida para poder preservar sus puestos de trabajo, y en segundo lugar hacer una crítica a otras luchas que en estos últimos meses se han ido sucediendo en toda la geografía española.
En particular nos referimos a las luchas que han emprendido sobre todo los funcionarios, ya sean del ámbito educativo o sanitario. Nos parece coherente que los mineros, en defensa de sus puestos de trabajo, estén dispuestos a enfrentarse directamente a los cuerpos represivos del estado, a gritarles a la cara a los políticos que dicen que no hay dinero para la minería y sí para los bancos y a meterles el miedo en el cuerpo a todos los que están cargando sin piedad alguna contra la clase trabajadora, sin embargo nos parece incoherente y burda la postura que han tomado los funcionarios (o al menos la grandísima mayoría) para defender sus puestos de trabajo (no olvidemos que miles van a perder su empleo y medio de vida) y los servicios que a través de ellos deben prestar.
El negar el uso de la violencia (en defensa propia) o la resistencia activa implica el situarse por debajo del Estado y asumir así que sea él quién posee el monopolio de la violencia. Basta ya de falsas huelgas (paros de 24H) y paseos tras las cúpulas dirigentes de los sindicatos amarillos (CCOO y UGT) “en defensa de los servicios públicos”, pues esto no es más que propaganda electoral y política, al mismo tiempo animamos a todos los funcionarios a abandonar esa fea costumbre de agruparse en sindicatos corporativos para agruparse en sindicatos de clase u otras organizaciones junto al grueso de la clase trabajadora, si no, nunca percibiremos su lucha como la nuestra y no podremos darles nuestro más sincero apoyo.
Si no tienen piedras para lanzar, pues que lancen libros y jeringuillas, porque está claro que en este sistema que ellos llaman democracia aunque la gente salga en masa a la calle para pedir que no se lleven a cabo los recortes en educación y sanidad esto para el gobierno no es algo vinculante, seguirán obrando como ellos crean necesario y omitiendo la realidad del pueblo.
Por último, destacar que los medios de comunicación de masas no están dando cobertura a las luchas emprendidas por los mineros (a diferencia de las emprendidas por los funcionarios), pues los medios que emplean no son de su agrado y asustan a la clase política. Ahora más que nunca debemos trabajar en desarrollar medios de difusión propios y seguir expandiendo la “contrainformación”.
Juventudes Libertarias Elche-Vega Baja
